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En el barrio de las Letras habitaron algunos de los escritores más importantes de la literatura española del Siglo de Oro, es decir, de los siglos XVI y XVII. El empedrado de la calle de las Huertas, en el corazón de este viejo barrio, está repleto de inscripciones de frases pertenecientes a obras de Cervantes, Lope de Vega o Quevedo. Si estas calles tuvieran un olor, sería el de una vieja librería.
Este es un «barrio de callejas estrechas y callejuelas intrincadas», como diría Michael Ende en su novela Momo. En verano, mientras Madrid duerme en el calor, aquí podrás disfrutar de una agradable sombra. En este viejo barrio casi todo lo que hay es pequeño comercio y, simplemente perdiéndote por sus calles, encontrarás numerosas tiendas curiosas. Si quieres un barrio donde se promueva lo local, estás en el sitio acertado.
Además, está situado al lado de la zona de los museos más emblemáticos de Madrid, con lo que es perfecto para mezclar una de las dos rutas matinales que proponemos con una tarde de museos. Las tiendas las hemos seleccionado con mucho cuidado, recorriéndonos todas las calles del barrio.
Puesto que el trasfondo de este viejo barrio es la literatura, lo suyo es comenzar con un itinerario por las librerías, las galerías y los puntos de interés cultural que aquí se encuentran. Si salimos del metro de Antón Martín por la calle de la Magdalena, enseguida damos con la librería Sin Tarima Libros. Aquí puedes encontrar amplias secciones de narrativa, poesía, historia —en especial, historia de la primera mitad del siglo XX español—, literatura infantil y ensayo, sobre todo político y filosófico.
Saliendo de la librería, a pocos metros, encontramos el monumento levantado en la plazuela de Antón Martín, frente al teatro Monumental, en recuerdo de los cinco abogados laboristas que fueron asesinados el 24 de enero de 1977 en su despacho. Una placa en la base nos recuerda sus nombres. El monumento recrea el cuadro El abrazo, pintado por Juan Genovés.
A medida que avanzamos, vamos respirando la atmósfera del barrio. Aquí todas las casas son diferentes, todas tienen ese algo superfluo que las hace tan singulares. Adentrándonos en la calle del León, nos topamos con unos mirones apasionados que observan una pequeña librería especializada en literatura española, la Librería Gulliver.
En la paralela yendo hacia arriba, está la calle Plaza Matute. Ahí entramos en la Librería Desnivel, la librería por antonomasia de montañismo de Madrid, que cuenta con unas preciosas vidrieras y su puerta amarilla y azul. Si buscas mapas, guías turísticas de cualquier país o literatura de viajes, este es tu sitio.
En la misma calle, en el número 12, alguien barre la calle en la que se erige uno de los pocos ejemplos de arquitectura modernista en la capital: la casa Pérez Villaamil. Fue construida en 1906 por encargo del ingeniero Enrique Pérez Villaamil al arquitecto Eduardo Reynals y Toledo.
Dejamos atrás la casa y, caminamos por Plaza de Matute, hasta la calle Atocha, donde encontramos otro punto de interés: capilla de la Novena, dentro de la iglesia de San Sebastián. Un dato poco conocido es que los cómicos españoles tienen una cofradía propia desde 1631 —la Cofradía de Nuestra Señora de la Novena— y que esta tiene su sede aquí.
Saliendo de la iglesia, cogemos la calle de las Huertas, torcemos por la calle del León hasta cruzarnos con la calle Lope de Vega y seguimos hasta encontrarnos con la antigua Librería Miguel Miranda. Aquí los libros antiguos —hay muchas primeras ediciones—, las estanterías de madera y la escalera de caracol en medio de una gran sala crean una atmósfera única. A su dueño, Miguel Miranda, le gusta apostar por iniciativas actuales y novedosas, como +QUL, desde el día uno.
Un poco más adelante, en el número 31, nos chocamos con la moderna Galería Modus Operandi. Se trata de un espacio donde cada 6 semanas cambian de exposición, además de tener una pequeña selección de obras expuestas de forma permanente. Por otro lado, hacen presentaciones de libros, recitales de poesía y teatro.
Dejamos atrás la galería y llegamos a la calle de Jesús y, desde allí, vamos hasta la calle Moratín. Pronto nos situamos en la calle Alameda número 9, donde se encuentra bajo unos toldos rojos el amplio espacio de la Librería y Galería La Fábrica, un enclave fundamental para quienes aman la fotografía. En la misma calle, en el número 16, tras una sólida puerta negra, la Cámara Oscura Galería de Arte trae arte y fotografía contemporáneos de todo el mundo. En esta galería las mujeres representan el 70 % de los artistas, algo excepcional en el panorama artístico. Está claro que esta es la calle para visitar por los amantes de la fotografía.
Ya hemos andado mucho y, por lo tanto, visto mucho, como diría don Quijote. Acabamos la jornada con unas buenas tapas en Casa Varona.
El barrio de las Letras es perfecto si buscamos tiendas de moda boutique con una alta calidad y de diseñadores independientes. Comenzamos en la calle de la Cruz, donde se ubica, tras un escaparate granate, Capas Seseña. Es ni más ni menos la sastrería de capas más antiguas del mundo: lleva haciendo capas para hombre y mujer desde 1901. Es una tienda-taller donde se confeccionan las capas artesanalmente, una a una, con corte a tijera y costura a mano y máquina.
Nuestra siguiente parada es en la plaza del Ángel. Aquí descubrimos el escaparate blanco y azul marino de Elisa & Eduardo Rivera con una moda de muy buen gusto y con prendas de diseño y fabricación española. También encontrarás desde el vestir más sofisticado hasta el sport más actual y un lugar donde rige la moda de cortes impecables.
Todavía en la plaza del Ángel vislumbramos el cartel mostaza de Santacana Madrid. Esta tienda está orgullosa de llevar fabricando guantes después de casi 125 años, y es que el origen de esta empresa se remonta a 1896, cuando se abrió la primera fábrica en el barrio de las Letras. Es un oficio del que apenas quedan profesionales en activo.
Bajamos por la calle de las Huertas y llegamos a The Corner, una tienda de ropa más desenfadada. Es una tienda multimarca que selecciona muy bien las prendas, muchas de ellas son de algodón. Bajando por la misma calle está peSeta. Tiene su propia marca de moda que se produce en España, pero también ofrecen otras marcas de producción nacional que cumplen criterios de sostenibilidad.
Seguimos bajando por la calle de las Huertas hasta toparnos con la calle de San José. Pronto llegamos al número 24 de la calle de Moratín, donde está La Musaraña. Su seña de identidad es la ropa femenina vintage. También alquilan ropa para rodajes de cine, teatro, spots de televisión o sesiones fotográficas. En el número 38 de esta misma calle, nos encontramos con Colmado, una tienda de moda con un estilo muy independiente.
En la perpendicular, Plaza de Jesús, está Pardo Family, cuyo fuerte son el mundo de la moda, la decoración, los juegos infantiles y los objetos de regalo. Y justo antes del Paseo del Prado, tenemos a Tipi Shop, donde encontrarás, además de ropa, un bonito calzado.
Tras una mañana de compras de marcas sostenibles y de calidad, proponemos visitar uno de los museos de Madrid que se encuentran a pie: el Museo del Prado o el Musseo Thyssen-Bornemisza. Si el tiempo acompaña recomendamos visitar el Real Jardín Botánico.
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