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Barrios

El laberinto comercial del Madrid de los Austrias

Hemos diseñado dos rutas comerciales por el antiquísimo Madrid de los Austrias. La primera confluye con parte del actual barrio de la Latina. La segunda coincide con parte del barrio de Ópera

El barrio de los Austrias fue el gran barrio de Madrid en los siglos XVI y XVII, y conforma el actual casco antiguo de la ciudad. Debe su nombre a la Casa de los Austrias, que es como se conoció a la dinastía Habsburgo en España mientras reinó en nuestro país. Aquí perduran grandes palacios, pintorescas iglesias y secretos monasterios que harán las delicias de quienes caminen por sus calles.

Sin embargo, el origen de este barrio es anterior a la Casa de los Austrias, que urbanizó esta zona de Madrid sobre la ciudad medieval. De hecho, integró la muralla de la ciudad, que data de los siglos XI y XII, a los edificios que fueron construyendo. Hoy encontramos restos de la muralla en las calles de Los Mancebos, Don Pedro, Del Almendro y la Cava Baja, y en la plaza de Oriente.

Como todo barrio antiguo, el de los Austrias esconde rincones de gran belleza y tiendas singulares por descubrir. Sus callejuelas se bifurcan hacia todos lados, como un laberinto que parece extenderse hasta sus confines. Hemos recorrido sus estrechas calles y sus plazuelas para seleccionar los comercios más especiales y que le dan vida hoy.

El barrio de la Latina: de la Cava Baja a la carrera de san Francisco

La primera ruta comienza por una incursión a la Cava Baja, muy conocida por sus míticos restaurantes. Sin embargo, esta concurrida calle y sus adyacentes ocultan un buen puñado de secretos comerciales. A continuación, compartimos dos de nuestros preferidos.

En una paralela, unos visitantes miran con ojos admirados  la tienda-taller de Helena Rohner, donde esta diseñadora crea joyas para mujer y hombre. Además, produce objetos más grandes, como piezas en acero y latón, así como alfombras, pufs, velas y tejidos.

Dejando atrás la calle del Almendro y subiendo por la Cava Baja, una pareja atraviesa la calle, va cogida de la mano y entra en Jamones Julián Becerro. Si bien este establecimiento gourmet lleva elaborando jamones y embutidos ibéricos desde 1930, esta tienda abrió en el 2009. Actualmente, vende también queso, AOVE y todo tipo de delicias gastronómicas de España. Un buen embutido, envasado al vacío, es siempre un obsequio perfecto.

La plaza de los Carros y la plaza de la Paja

Al terminar de subir la Cava Baja aparecemos en la plaza de los Carros, donde los niños juegan a la pelota y corrillos de personas charlan amigablemente.  Atravesamos esta plazoleta para llegar a nuestro destino: la plaza de la Paja, un amplio espacio en el que los vecinos pasean con sus perros y los turistas disfrutan en verano de las numerosas terrazas.

En la entrada de la plaza, a mano derecha, nos encontramos con una escalinata de acceso a la Capilla del Obispo, del siglo XVI y uno de los monumentos renacentistas más importantes de Madrid. Fue declarada monumento nacional en 1931, por lo que te recomendamos que la visites.

A mano izquierda y a la misma altura de la escalinata, está Cocol, una tienda de artesanía de toda la vida. Tras su escaparate azul, este mágico espacio da visibilidad a manufacturas realizadas fuera de los circuitos habituales de comercio y fabricación en serie.

A pocos pasos, unos transeúntes admiran las flores de Loverde Studio, la tienda de Kamila Deptula. Esta exuberante floristería, que abrió sus puertas tras la pandemia, es una explosión de colores y formas.

Al fondo de la plaza, hay un gran palacio con un pequeño jardín abierto al público, un lugar ideal donde estirar las piernas después de haber picoteado o comido algo en una de las muchas terrazas cercanas.

Artesanías étnicas y alimentación gourmet

Salimos de la plaza de la Paja para pasear lentamente por la calle de la Redondilla y cruzarnos, al poco tiempo, con Berbería. Sus dueños viajan por las tierras del norte de África en busca de piezas que despertarán tus sentidos. Aquí encontrarás desde antigüedades hasta joyería étnica, textil tradicional y artesanía.

Caminamos ahora calle abajo, cruzamos la calle Don Pedro y bajamos por San Isidro Labrador hasta dar con la carrera de San Francisco. A la derecha tenemos la Quesería Cultivo, un pequeño universo de quesos artesanos. A la izquierda está Pastora, que ofrece café, así como una pequeña variedad de chocolates, mermeladas, vinos y otros productos gastronómicos gourmet provenientes de pequeños productores.

Con este último local, acabamos en la linde sur del Madrid de los Austrias. Concluido el recorrido, podemos tomarnos unas cañas en las Vistillas. Desde aquí disfrutaremos de unas vistas de la catedral de la Almudena y del palacio Real. Si tenéis tiempo, por la noche, os recomendamos ver un espectáculo flamenco en el Corral de la Morería.

El barrio de Ópera: los dulces y la mercería más clásicos

Este segundo itinerario lo comenzamos en la calle del Cordón 1, en la deliciosa tienda del Jardín del Convento. Impresiona la esmerada decoración del local, en un edificio del siglo XVII. Esta confitería ofrece una selección de dulces elaborados en distintos conventos de España. Trae estas delicias frescas cada semana para que quien les visita pueda degustar el sabor de lo que se ha hecho con calma, a mano, y con la mejor materia prima.

Mientras saboreamos uno de los dulces que acabamos de adquirir llegamos a Taller Puntera. Es una tienda/taller donde la gente puede ver a los artesanos trabajar el cuero, material del que están confeccionadas todas las piezas de este lugar. Aquí encontrarás cuadernos, álbumes, mochilas, bolsos, carteras, billeteros, etc. Además, sus artesanos te pueden personalizar el modelo que elijas.

Del olor del cuero pasamos al olor del esparto en Casa Hernanz, una alpargatería que está abierta desde 1845. Es un negocio tradicional y familiar que ha ido pasando de generación en generación. También ofrece cordelería, cestería tradicional, alfombras y persianas, así como tejido rústico por metros en fibras naturales.

A pocos pasos está Sombrerería Medrano, la sombrerería más antigua de España, abierta desde 1832. Si bien esta es una profesión en peligro de extinción, todavía resiste en barrios castizos como el Madrid de los Austrias. Aquí podrás encontrar desde boinas y gorras hasta un buen sombrero panamá o una elegante pamela.

Y en este breve recorrido no puede faltar Almacén Pontejos, que cuenta con más de 100 años de experiencia en el sector de la Mercería. Tienen desde lo más clásico a lo más moderno. Trabaja todo tipo de agujas, flecos, telas de patchwork, hilos, botones…, así como una larga lista de artículos destinados a la costura y las labores o manualidades.

Para cerrar esta segunda ruta, te recomendamos que disfrutes de un café en la plaza de Oriente con vistas a los Jardines de Sabatini, al Palacio Real y a la Ópera de Madrid. Si eres amante de la literatura, tienes a mano varias librerías: La Buena Vida, Anticuaria Libros Madrid, Desperate Literature o Reread. Además, tras la reciente peatonalización de la zona, puedes enlazar esta caminata con una incursión al Templo de Debod. En fin, como ves, el Madrid de los Austrias está lleno de posibilidades.

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